Todo sobre los humectantes

Si tuvieras que explicar en qué consiste humectar el cabello probablemente, después de unos segundos de silencio en los que tus neuronas han intentado encontrar la respuesta acertada en lo más profundo de tu cerebro, llegarías a la conclusión de que la palabra evoca humedad. Por lo tanto, te podrías hacer la interesante diciendo que consiste en humedecer el pelo. No vas mal encaminada, aunque no es la respuesta que buscamos. 

Para salir del paso frente a tu grupo de amigas cuando habláis de tratamientos no está mal, pero vamos a enseñarte qué son los humectantes, por qué son necesarios para tu cabello y por qué esta extraña palabra se ha colado en tu vocabulario textu’rizado.


Hidratación o humectación

Lo primero que tienes que saber es que no es lo mismo hidratar que humectar ¡no hay que confundirlos!  Aunque pueden resultar términos similares, su propósito es completamente diferente, por eso es tan importante conocer las necesidades del cabello y saber qué tratamiento aplicar en cada momento. 

Si tu pelo está seco y quebradizo seguramente te pide a gritos hidratación. Es entonces cuando debes emplear productos que contengan agua, que aportan a las fibras capilares la hidratación que necesitan para mantenerse flexibles, suaves y brillantes. El problema principal del agua es que se evapora con facilidad y ¡es aquí donde entran en juego los humectantes! que se encargan de crear una barrera natural protectora que evita la pérdida de agua y nutrientes de tu cabello, y contribuyen a que tu melena tenga un aspecto sano. 

Prueba de ensayo

Pero te estarás preguntando ¿cómo sabes si necesitas humectar o hidratar? ¡Muy sencillo! comprobando la elasticidad de tu pelo, es decir, la capacidad que tiene para estirarse y volver a su forma natural. 

Si has llegado a este punto y justo ahora ¿crees que se va a complicar? Te recomendamos seguir leyendo ¡no te arrepentirás! No vamos a entrar en tecnicismos o temas áridos sobre la esencia de tu cabello, sino que te proponemos un caso práctico. Solo tendrás que seguir 3 pasos tan sencillos como la prueba del vaso (para aquellos que no la recuerden sirve para descubrir la porosidad). 

Para el primer paso solo te pediremos que recojas un par de pelos, de esos que encuentras en la bañera tras una buena ducha. En el paso dos que los enrolles en tus dedos y, finalmente, para el tercer paso, deberás estirarlos suavemente ¡Así de simple!

Ahora observa lo que sucede:  

Elasticidad media: Si tras estirar hasta el 1/3 de su capacidad vuelve a su forma original ¡Enhorabuena! tu cabello está en perfectas condiciones y puedes seguir con tu rutina. Pero ¡no te confíes! Esto puede cambiar en cualquier momento, así que te recomendamos seguir prestando atención a tu pelo. 

Elasticidad alta: Si se estira en exceso está descompensado. Lo más probable es que te hayas pasado con la hidratación y, por lo tanto, ha llegado la hora de recurrir a tu tratamiento de proteínas. Olvídate de hidratar tu cabello una temporada.

Elasticidad baja: Si tras estirarlo, tu pelo no vuelve a su posición natural o ¡peor! se parte, significa que está seco y que seguramente ha asumido más proteínas de las que puede asimilar. La solución es emplear productos super hidratantes como una mascarilla o un buen leave-in y dejar de lado las proteínas durante un tiempo.

 


¿Qué tratamiento usar?

Está claro que dependiendo de tu nivel de elasticidad deberás recurrir a productos más o menos hidratantes. Recuerda que en cuestiones de cabello, como todo en la vida, en el equilibrio está la virtud. 

Hay que tener en cuenta que cuando hidratas aportas agua a tu cabello, pero luego tienes que sellar para que no se evapore y ¿cómo llamamos a este último paso?, muy sencillo, es lo que hemos denominado como humectar. El estado de tu rizos también dependerá del clima en el que te encuentres. Si es húmedo tu pelo absorberá el agua del ambiente y se creará ese efecto frizz tan molesto, mientras que si es seco necesitarás hidratar y sellar a la vez.

Para humectar puedes emplear diferentes productos como un leave-in, acondicionador, mascarilla o un aceite, como el serum de Morae’a, elaborado con almendras dulces y abisinia, dos ingredientes excepcionales con los que notarás tu pelo mucho más suave, brillante y sano. 

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