Seguro que alguna vez has escuchado esa expresión de “cuidarse por dentro para que se note por fuera”, una frase que nos viene al pelo ¡nunca mejor dicho! para contaros la importancia de proteger la fibra capilar desde el interior y obtener los resultados deseados con los productos que empleas.
Muchas veces echamos la culpa a las firmas cosméticas porque en sus anuncios encontramos unas melenas rizadas super definidas que nada tienen que ver con lo que refleja nuestro espejo. Puede que en algunas ocasiones estos modelos de rizos perfectos sean simplemente una estrategia marketiniana,
pero habrá otras en las que probablemente no obtienes los resultados deseados porque no tenemos la suficiente información sobre nuestro cabello y sobre los productos que debemos utilizar. Por ello te echamos una mano para que conozcas mejor tu cabello y qué productos usar.
¿Por dónde empezar?
Lo primero que tienes que hacer es conocer tu pelo. Porque al igual que la cabeza no sirve solo para peinarte…(no hace falta que continuemos la frase todos sabéis cómo termina), tu pelo no está ahí simplemente para decorar, sino también para cuidarlo. Por lo tanto, es importante saber que cada fibra capilar, a pesar de estar biológicamente muerta, requiere unos tratamientos específicos y cuenta con una estructura compleja, formada por un núcleo al que llamamos corteza y una capa externa protectora, más conocida como cutícula.
Son los vasos capilares que riegan el cuero cabelludo los que nutren el pelo para que este pueda crecer fuerte y sano. Se puede decir que hay que “alimentar” bien el cabello porque la falta de proteínas, vitaminas o minerales puede derivar en daños estructurales.
La naturaleza
Sí, a todos nos encanta dar paseos por el campo, cantar bajo la lluvia, ir a esquiar o pasar largas horas metidos en el mar, pero la realidad es que esas estampas idílicas repercuten negativamente en tu cabello. Por eso hay que protegerse del viento, el calor, la humedad, el frío… con pequeñas rutinas nutritivas y productos específicos.
Los químicos
Los tintes, permanentes o champús con sulfatos debilitan la cutícula, por eso te recomendamos que acudas a peluquerías especializadas que apliquen tintes vegetales y utilices productos naturales, en pocos días ¡Notarás la diferencia!
La manipulación
muchas veces somos nosotros mismos los que, sin querer, tenemos gestos poco saludables para el cabello. Abusar de los secadores, las planchas o rizadores afectan a la cutícula, y mucho. Sin duda, todos queremos vernos más guapos, pero existen alternativas con las que obtendrás resultados parecidos y no dañaras tu pelo ¡solo tienes que encontrar la tuya!
Entonces… ¿qué tengo que hacer?
Queda claro que el estado de la cutícula influirá a la hora de elegir los tratamientos que debes aplicar a tu cabello. Es fundamental utilizar los productos idóneos en el momento adecuado porque de nada te servirá usar un champú fortificante si lo que pide a gritos tu pelo es un tratamiento purificante para las raíces grasas.
Dependiendo de tu cutícula y el tipo de daño existen unos tratamientos concretos que te ayudarán a prevenir y reparar el cabello. Te enseñamos a escogerlos:
Cutícula cerrada
Esto significa que tu pelo es de porosidad baja y, por lo tanto, su aspecto es sano y brillante, pero ¡no bajes la guardia! esto puede cambiar si no lo cuidas correctamente. Debes aplicar productos ligeros, humectantes y libres de proteínas. Como a tu cabello le cuesta asimilar los nutrientes y la hidratación, te recomendamos utilizar ingredientes naturales y de fácil absorción.
Cutícula abierta
Su porosidad es alta y deja escapar los nutrientes. Debes usar productos con proteínas, humectantes y muy nutritivos. También puedes aplicarte aceites y mascarillas que aportarán todos los nutrientes que tu pelo necesita.
Cutícula media
Tu cabello requiere menos tratamientos que los demás porque es el más equilibrado y permite la entrada adecuada de nutrientes en su interior. Utiliza productos neutros e hidratantes y aplica algún tratamiento nutritivo una vez a la semana.